Mi participación activa en la mesa social es principalmente una forma de agradecimiento por los beneficios que se han logrado y que muchas veces han ayudado a mi familia. Las becas, el convenio del transporte escolar, lo invernaderos, la posibilidad que tuve de terminar mis estudios de educación media, todo ha sido gracias a las gestiones en estos espacios. Participar además me permite tener opinión, estar más informada, saber realmente cómo se está trabajando y cómo van los procesos.
Mi idea es seguir aportando y conseguir más cosas principalmente para las personas agradecidas. A veces me molesta ver que se consigue harto pero la gente no lo aprovecha o simplemente se beneficia y después de que ya logró lo que quería, habla mal de quienes trabajan en las mesas. A mí me gusta ayudar a los demás, pero a veces esas actitudes me desmotivan.
Muchas veces por el simple hecho de integrar una mesa te critican, pero prefiero ignorarlos porque al final todas esas personas que hablan jamás han asistido a una reunión, o son casos de quienes han recibido algún beneficio y se hacen los desentendidos. En las mesas es donde se logra lo que se ha conseguido hasta ahora.
Tal vez nunca podremos volver al Cuncumén de antes pero sí podemos mejorarlo. Tratar de que la gente se una más, participe, que entienda. Es comprensible cuando hay opiniones diferentes, y es súper valorable, pero personalmente no valoro cuando lo hacen denostando a los demás o simplemente cuando no participan. Me gustaría hacer un llamado a la gente a unirse un poco: reclamar donde hay que reclamar, pedir donde hay que pedir, y en la manera justa también, porque de repente igual se hace con malas palabras y de mala forma, insultando y esa no es la manera. Invito a la comunidad a participar para poder opinar y hacerlo con base, sin sentir vergüenza o miedo de participar.
PUBLICADO EN EL BOLETÍN DE ABRIL 2017
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