MI HISTORIA EN VALLE ALTO José Maldonado: “La reforma agraria fue buena para los que supimos cuidar nuestros derechos”

Para conmemorar los 50 años de la reforma agraria, Daniel Rey Pozo, economista agrario vinculado a este proceso desde 1965, visitó el valle alto para reencontrarse con los protagonistas de este histórico paso. Fue en ese recorrido que encontró a José Luis Maldonado, vecino de Cuncumén que en esa época ya era un joven dirigente y fue invitado a contar parte de su historia en un conversatorio que buscaba rescatar los recuerdos de quienes protagonizaron este importante periodo.

Daniel Rey junto a José Luis Maldonado

Haciendo memoria de esos años, los datos ubican a Cuncumén como el primer asentamiento de Chile que se constituyó formalmente el año 1965. En ese entonces los agricultores estaban organizados y ya habían protagonizado un paro que impulsó la decisión de iniciar la reforma agraria en el Choapa cuando asumió el presidente Eduardo Frei Montalva.

Los recuerdos de don José Luis y Daniel Rey ubican a Alberto Jordán, ex director zonal de la Corporación de Reforma Agraria (CORA), en el valle alto la última semana de diciembre de 1964 para exponerle a cerca de 15 dirigentes la propuesta inicial de la reforma. En ese momento los campesinos, que ya estaban organizados, manifestaron su inquietud por el sistema de salud, la jubilación y políticas para comprar y vender. “Alberto Jordán pidió que vinieran de Santiago a aprender lo que se hacía aquí”, recuerda Daniel. Agrega al respecto: “de aquí sale lo que fue la SARA, Sociedad Agrícola de la Reforma Agraria que se hacía entre el asentamiento y la CORA, y ahí podían hacer sus imposiciones, comprar, vender y todo”.

En ese entonces los sindicatos campesinos del Choapa eran pioneros en América, organización que se explica porque en esa época el servicio militar era obligatorio y los jóvenes cumplían con esa etapa en el norte donde muchas veces se quedaban trabajando en las minas. Es ahí donde muchos adquirieron experiencia en asociaciones y al regresar a sus hogares dieron origen a los primeros sindicatos campesinos del país en los años 30.

Don José Luis recuerda que “la reforma agraria fue buena para los que supimos cuidar nuestros derechos”. Cuando llegó la parcelación con un sistema de puntajes que benefició a 60 de 120 familias, “muchos no trabajaron más de tres años la tierra y la vendieron. La parcela había que pagarla en varios años, pero mucha gente quedó atrasada y para venderlas el comprador llegaba, les pagaba la cuenta y la vendían. Yo hasta la fecha nunca le pedí a nadie para pagar. Mantengo mi parcela enterita. No he vendido nada”.

A sus 78 años todavía tiene animales y algunos nogales que le permiten seguir aprovechando sus terrenos junto a su señora. Tuvo seis hijos, de los cuales quedan tres: uno es ingeniero, otro estudió computación y una es podóloga. Ellos estudiaron gracias al esfuerzo de don José Luis, quien con orgullo agrega que “ninguno ha trabajado con la pala”.

Ministro de Agricultura, Carlos Furche, entrega reconocimiento a José Luis Maldonado

REFORMA AGRARIA

Bajo el lema «la tierra para el que la trabaja» el programa reformista del gobierno de Eduardo Frei Montalva buscó la modernización del mundo agrario mediante la redistribución de la tierra y la sindicalización campesina. Para lograr este objetivo se promulgó la Ley de Reforma Agraria N° 16.640 y la Ley N° 16.625 que permitió la sindicalización campesina. Sobre la base de estos dos instrumentos legales se expropiaron alrededor de 1.400 predios agrícolas, 3,5 millones de hectáreas, y se organizaron más de 400 sindicatos que sumaron más de 100 mil campesinos.

(Fuente: Memoria Chilena)